Un día, en Walmart, Braydon desapareció de la vista de su madre, lo que le causó una gran preocupación. Después de buscarlo frenéticamente, lo encontró arrodillado en oración frente a un cartel. Sorprendida, le preguntó qué estaba haciendo. Al mirar más de cerca, vio que el cartel decía: “Cada segundo cuenta”, con fotos de niños desaparecidos.
Braydon había visto el cartel mientras deambulaba y comenzó a orar por los niños desaparecidos. Su historia se volvió viral y los amigos de un niño desaparecido, Aubrey Jayce Carroll, le agradecieron sus oraciones.
La imagen de Braydon orando fue compartida más de 115.000 veces en Facebook. En los Estados Unidos, alrededor de 800.000 niños son denunciados como desaparecidos cada año. La gente elogió a Braydon por su compasión e instó a otros a seguir su ejemplo, independientemente de sus creencias.
El acto de bondad de Braydon conmovió corazones, destacando la importancia de la empatía y la unidad para hacer del mundo un lugar mejor.