Según los investigadores, la escultura fue depositada cuidadosamente en las alcantarillas y cubierta con tierra después de un terremoto devastador
Aún quedan muchos tesoros y siglos de historia por descubrir en las profundidades de la tierra: el último, el hallazgo de un equipo de excavación en Bulgaria, que se topó con una escultura de dos metros de altura mientras realizaban trabajos en una antigua cloaca romana, según informó el Museo de Historia Regional. Según explica el director del equipo, Lyudmil Vagalinski, lo encontraron “por casualidad”, y es que, de acuerdo con su testimonio, los trabajadores vieron el brazo modelado de la estatua y, nada más darse cuenta de lo que habían encontrado, detuvieron su trabajo e informaron al contratista de su descubrimiento, que a su vez avisó al equipo arqueológico. Y es que los arqueólogos en Varna están en racha: recientemente se descubrió otro artefacto romano con siglos de antigüedad.
La estatua es, según los investigadores, una copia romana de una escultura griega más antigua: la cloaca romana que los trabajadores desenterraban formaba parte de la ciudad de Hereclea Sintica de la región de Odessos, lo que actualmente es conocido como Varna, en el suroeste de Bulgaria y cerca de la frontera con Grecia. La posición estratégica de la ciudad en el golfo de Varna hizo de esta un importante centro de intercambios comerciales y culturales, permitiendo su rápido desarrollo. Hoy en día, Bulgaria es uno de los países más bonitos y baratos de Europa y, debido además a sus más de 6.000 años de historia, es uno de los destinos más ejemplares del continente.
Tracios, griegos, romanos
Con la expansión del Imperio Romano, la ciudad cambió de dueños en el siglo XV d.C, momento en el que pasó a formar parte de la provincia romana de Moesia, que más tarde pasaría a llamarse Moesia Inferior. Debido a su ubicación, la ciudad pasó a ser una importante metrópoli romana. Uno de los aspectos más representativos de este desarrollo son sus baños públicos, de los más grandes del imperio.
Según los investigadores, la estatua fue enterrada aposta: después de que un terremoto devastara la ciudad en el año 388 d.C, la escultura fue depositada cuidadosamente en las alcantarillas y cubierta con tierra, seguramente por protegerla en caso de que otro terremoto siguiese al anterior. Fue efectivo, ya que se econtró en muy buen estado de conservación. Según Lyudmil Vagalinski, “Su cabeza se conserva. Está en muy buen estado. Hay algunas fracturas en las manos”, lo cual ha significado que puedan identificarse unos grabados en griego antiguo al pie de la estatua que desvelan la identidad del representado: Gaius Marius Hermogenes.
Gaius Marius, nacido de Hermes
Otras inscripciones encontradas en Varna hacen alusión a ese mismo nombre, Marius Hermógenes o Ermógenes, lo cual indica que es probable que fuese un funcionario romano u ocupase un cargo administrativo importante. Lo que está claro es que fue un personaje relevante, ya que llevaba el nombre Hermógenes consigo, al igual que muchas figuras notables del mundo antiguo, como Hermógenes de Tarso, un historiador y filósofo retórico griego o Hermógenes de Xanthos, un atleta nacido en la actual Turquía que fue ampliamente laureado por sus victorias e incluso ocupó el cargo de “xystarch”, el responsable de organizar los juegos atléticos de la región.
Su composición etimológica indica que podría tratarse de alguien de virtud: Hermes, del dios griego de los viajeros, mensajes, y las fronteras físicas y del conocimiento; y -genes, que significa “nacido de” o descendiente de”. Estas pistas nos indican que quizás Cayo Marius fue un personaje de relevancia en la zona oriental del Mediterráneo o en Asia Menor. Sin embargo, de momento sólo se puede especular y esperar a que los investigadores, epigrafistas e historiadores consigan desentrañar su historia.